Elvira Sastre es escritora y poetisa. Solo tiene 30 años, pero llena estadios y teatros en España y América Latina con sus palabras y su presencia.

No la conocía hasta ayer, cuando leí el artículo que le dedicó El País Semanal.

Mira que cosas tan bonitas escribe:

«He conocido a alguien, soy yo. Voy a darme una oportunidad.»

«El pájaro que vuelve a casa es el que vuela.»

«Si quieres nos tropezamos y le llamamos destino.»

«Para mí cualquier lugar es mi casa
si eres tú quien abre la puerta.»

«Las palabras son un bien. Las palabras son un espejo, una caricia entre los dedos, un pulso que domina el aire y un eco que nos repite lo que puede ser que nunca sea. Las palabras son un intento. Las palabras me hacen sentirme capaz de todo aunque todo sea nada. Y yo las abrazo, a veces con prisa y otras sin fuerzas, porque cuando todo se apaga, ellas son las únicas que pueden dar luz.»

 

Lo que nos dicen o lo que decimos tiene la capacidad de transformar el mundo, nuestro entorno, el microcosmos en el que nos movemos.

El poder de las palabras es uno de los recursos prácticos de autocuidado que vemos en la formación que estoy preparando sobre Cómo vivir una vida plena.

Si crees que te puede interesar conocer esta táctica y otras para remontar los días en los que nos sentimos mal, encontrarás más información sobre el curso aquí.

Que tengas un fantástico día

P.D.: Más Elvira Sastre:

«He aprendido que cuando uno se deja llevar se reencuentra.»