El otro día te hablaba del documental Stutz, y te decía que quería volver a verlo para tomar algunas notas y compartirlas contigo.
Aquí tienes una de las ideas que más me gustó.
El psiquiatra Phil Stutz explica lo que considera un caso típico.
Reproduzco sus palabras:
«Alguien con depresión llega a mi consulta diciendo: -Sé que tengo unos hábitos desastrosos, soy indisciplinado y vago. Si supiera cuál es mi propósito en la vida, me motivaría muchísimo. Pero como no sé que debo hacer, no pienso hacer nada-.
Así surge la depresión.
La única forma de averiguar qué debes hacer o quién eres es activando tu fuerza vital. Tu fuerza vital es la única parte de ti capaz de guiarte cuando estás perdido.
Imagínate tu fuerza vital como una pirámide con tres niveles (aquí tienes que imaginarte a Stutz dibujando un triángulo):
- El nivel inferior es la relación con tu cuerpo.
- El segundo nivel es tu relación con la gente.
- Y el nivel superior es la relación contigo mismo.
El primer paso es tu relación con tu cuerpo.
Todo lo que tienes que hacer es mejorar tu condición física, funciona siempre.
No se trata solo de hacer ejercicio. La alimentación también es importante, al igual que el sueño.
Este nivel es básico. Al principio, probablemente un 85% de tu salud mental depende de eso, del cuidado de tu cuerpo.
El siguiente nivel es tu relación con los demás.
Cuando alguien se deprime, pone fin a sus relaciones. Es como un barco que se pierde en el horizonte, hay algo que lo aleja de su vida.
Las relaciones son como los pitones que se clavan al escalar montañas. Son agarres. Tus relaciones son los agarres que te llevan de vuelta a la vida.
La clave está en tomar la iniciativa, no hay que esperar a que los demás se te acerquen. Y aunque quedes con alguien que de entrada no te parezca interesante, no importa. Esa relación te afectará igualmente de forma positiva, porque esa persona representa a toda la humanidad.
El nivel superior es la relación contigo mismo.
Debes establecer una relación con tu inconsciente, porque no sabes qué hay en tu inconsciente hasta que lo activas.
Un truco para esto es escribir. Es algo mágico.
Escribiendo mejoras tu relación contigo mismo.
Algunos dicen: «¿Qué escribo?. No soy interesante. No soy escritor.»
Tampoco importa.
La escritura es como un espejo. Refleja lo que pasa en tu inconsciente. Si escribes un diario, surgirán cosas que desconocías.
Esos son los tres niveles de la fuerza vital.
Si estás perdido, no intentes entenderlo. Céntrate primero en cultivar tu fuerza vital.
Es verdad que la pasión es clave, y que tienes que aumentar tu fuerza vital para encontrar lo que te apasiona de verdad. Pero antes de nada, debes centrarte en conectar con tu fuerza vital.
Cualquiera puede hacerlo.
Si trabajas con esa pirámide, todo lo demás encajará.»
Que tengas un gran día.
P.D. Si lo del diario se te hace un poco cuesta arriba, esto también sirve para alcanzar el tercer nivel.