Ayer estuvimos comiendo en casa de unos amigos.

Desde hace unos cuantos años nos invitan por estas fechas para reencontrarnos después de las vacaciones, pasar un buen rato juntos y hacer lo que mejor se nos da: comer, beber, hablar, escucharnos y reír.

Hasta ayer siempre lo habíamos hecho alrededor de una paella, ayer la paella se convirtió en una fideuá.

Había más bichos que fideos. Sobraron bichos y sobraron fideos (mis amigos son un poco exagerados y siempre les parece que nos vamos a quedar con hambre); pero tenía el punto exacto de cariño. Debe ser por eso que nos supo a gloria.

Lo pasamos genial.

Nos pusimos al día, nos explicamos cómo había ido el verano, y compartimos proyectos y sentimientos.

Hace mucho tiempo que nos conocemos. Entre todos hemos ido tejiendo una red que tiene su punto más lejano en Galicia. Es una red que no te salva de nada, pero que te acoge y te protege. Sabes que puedes saltar hasta donde seas capaz o hasta donde te apetezca llegar, y que si te caes o tropiezas, alguien te va a abrazar.

No sé si a ti te pasa, pero cuando atraviesas un mal momento, a veces da un poco de apuro compartirlo con los demás. No queremos importunar, aguar la fiesta. Pero la fiesta es estar juntos. Y eso admite el vino, el cava y lo que haga falta, también el agua.

No fui plenamente consciente del valor que tiene formar parte de una red hasta que conocí a una persona que no contaba con ella.

Entonces me di cuenta de la suerte que tenían nuestros hijos de que seamos tan pesados y les preguntemos tres veces lo mismo porque tenemos la cabeza en otro sitio; lo importante que es que suene el teléfono para preguntarnos cómo ha ido el día, aunque nuestros días siempre vayan igual; o lo afortunados que somos porque si vienen mal dadas podemos llamar a alguien que nos aprecia y decirle: «no puedo más».

Si en algún momento necesitas desahogarte y no tienes tu red a mano o necesitas ampliarla, cuenta conmigo.

No solucionaremos nada que no tenga arreglo, pero encontrarás un hombro para descansar o tomar aliento.

¡Que tengas una fantástica semana!

P.D. Por cierto, mil gracias a los que habéis dedicado parte de vuestro tiempo a escribir la reseña que os pedí 😉