En una de las típicas conversaciones para ponernos al día mientras nos acercábamos a un restaurante para comer, uno de ellos me dijo que estaban: «Bien, a la expectativa».
Cuando le pregunté qué era lo que esperaban, o a quién, se quedó pensando y me contestó: «Bueno, ya sabes, al final siempre estamos esperando.»
Me recordó algo que había leído en un libro de Elisabeth Kübler Ross; que es, por cierto, uno de los más transformadores que he leído.
La doctora E.K.R. decía que vivimos en la sociedad del «cuando».
«Cuando acabe la carrera, haré xxxxxx», «cuando tenga pareja, por fin podré xxxxx», «cuando viva solo, entonces sí que xxxxxx», «cuando mis hijos crezcan, xxxx», «cuando me jubile, xxxxxx».
A veces, ese xxxxx nunca llega, porque no le dejamos el espacio que necesita para crecer.
Siempre falta el tiempo, el dinero, o las dos cosas a la vez.
Y la vida va pasando.
Si pudieses trasladarte al futuro y estuvieses en tu lecho de muerte, ¿qué te gustaría haber hecho?
¿Cuáles son tus sueños?
Escoge algo. Imagínatelo. Empieza por ahí.
Porque vivir una vida plena también pasa por tener sueños y trabajar día a día, y poquito a poquito, por cumplirlos.
¡Que disfrutes del día!