Pensar en mí como si fuese otra persona,
una amiga a la que conozco desde hace tiempo y a la que aprecio mucho.
Para así poder escucharme estando bien atenta,
en silencio, como la escucharía a ella,
y saber como me siento,
sin juzgarme ni querer entenderme,
solo sintiendo.
Creo que así también podré animarme a confiar en mis fuerzas,
y decirme a mi misma: Venga, va, ¡sigue en tu instinto!.
Podré ver la belleza y el poder que tengo
sin sentir vergüenza, solo orgullo,
como el que siento cuando escucho hablar
a las personas que admiro y quiero.
Hoy he decidido que me voy a hacer este regalo
en señal de respeto y de cariño
hacia esa personita que lleva tantos años ahí dentro,
conviviendo siempre conmigo.
Creo que la de hoy ha sido una gran decisión.
Por eso te la explico,
por si te parece una buena idea
y quieres tú también hacer lo mismo.
Que tengas un feliz día,