Bill Gates dice que acostumbramos a sobrevalorar lo que podemos hacer en un año y, en cambio, infravaloramos lo que podríamos conseguir en diez.
Llega principios de diciembre y parece que se acaba el mundo si no nos da tiempo de hacer lo que teníamos previsto.
Hay un ejercicio muy bonito que consiste en pensar cómo te imaginas tu vida dentro de diez años y luego en buscar imágenes que representen cada una de esas ideas y pegarlas en una hoja en blanco. Le llaman hacer tu moodroad.
Se supone que después imprimes tu collage y lo cuelgas en algún sitio visible para que te inspire. Yo no llegué a tanto, pero me gustó hacer ese ejercicio de imaginación.
Esto fue lo que me salió a mí:
- Me gustaría dedicarme a escribir, a leer y a aprender.
- Escribiría sobre la vida, la muerte y el cuidado (el nuestro, el de los demás y el del planeta). Creo que no me dejo nada 😉
- Leería sobre cualquier cosa que me apeteciese leer, sin sentirme culpable por dedicar mi tiempo a hacerlo.
- Seguiría estudiando filosofía.
- No pararía de aprender de gente interesante a la que le pediría hacerle una entrevista. Como hablaría perfectamente inglés, no tendría ningún tipo de barrera. Y si para hacerlo hay que viajar, pues se viaja.
- Todo lo que aprendiese lo compartiría con los demás. Utilizaría esa información y lo que me fuese nutriendo para acompañar a otras personas en su camino, inspirándoles para disfrutar de una vida consciente y dándoles fuerza para sobrellevar lo que nos vaya llegando. Lo haría mediante mis libros, mis mensajes matutinos y un podcast.
- Haría un voluntariado con Paliaclínic, una asociación que acompaña a personas en procesos de final de vida. Cada vez me daría menos miedo la muerte, pero sin perderle el respeto. La seguiré viendo como algo sagrado y aprenderé de todos esos momentos.
- Viviría fuera de Barcelona, en contacto con la naturaleza, viendo el paso de las estaciones.
- Mi casa sería grande, blanca y antigua, acogedora. En ella viviría con mi marido, pero siempre habría habitaciones libres para mis hijos, familiares, amigos y gente muy diversa a la que conoceríamos a través de nuestro trabajo o de nuestros proyectos.
- Tendría un pequeño huerto, que nos permitiría hacer deliciosas ensaladas.
- De vez en cuando, me escaparía y haría algún viaje sola. El primero, a Grecia.
- Seguiríamos haciendo largas y agradables caminatas, que celebraríamos con una buena copa de vino.
- Seré más paciente y habré aprendido a ir despacio y a disfrutar más de cada momento.
Lo bueno fue que después de leerlo con detenimiento, me di cuenta de que lo que visualizo (excepto lo de hablar perfectamente inglés), no es tan imposible de conseguir a largo plazo.
¿Y tú? ¿Cómo te imaginas tu vida dentro de diez años? ¿Muy diferente de la que llevas ahora?
Si te apetece, puedes aprovechar un ratito del fin de semana para pensar en ello.
Que lo disfrutes.