Una de las cosas buenas que tiene celebrar tu cumpleaños es que te hacen regalos.

El viernes me regalaron una poesía. 

Como me pareció preciosa y de pequeña fui a un colegio de monjas, voy a ser generosa y a compartirla contigo.

A ver si te gusta tanto como a mí.

Se titula En La Tierra Veloz: 

«Sólo quise estar vivo para amarte  
en la tierra veloz. Aquí, a tu lado,  
siguiendo el vuelo de esta esfera que gira  
detrás de un sol demasiado remoto.  
  
Sea lo que alcance el tiempo que nos dieron  
los dioses o el azar, sea lo que quede  
de lumbre en nuestra lámpara indecisa,  
mi deseo está aquí, no en otro mundo,  
junto a tus manos, tus ojos y tu risa,  
junto a los árboles y el viento  
que acompañan tu paso por el mundo.  
  
Sea quienquiera que apure las estrellas  
y nos haga nacer o desnacer,  
sea quienquiera que junte nuestros cuerpos,  
aunque no dure nada este relámpago  
y la tierra veloz nos borre el sueño.»  
  
  
Es de un autor venezolano que no conocía, Eugenio Montejo (1938-2008).  

Busqué a ver si encontraba algo más de él. Y di con esta otra maravilla que se titula La poesía:

«La poesía cruza la tierra sola,  
apoya su voz en el dolor del mundo  
y nada pide  
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;  
tiene la llave de la puerta.  
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.  
Después abre su mano y nos entrega  
una flor o un guijarro, algo secreto,  
pero tan intenso que el corazón palpita  
demasiado veloz. Y despertamos.»

Me pareció una buena manera de despertar a la vida y empezar la semana. 

¡Que tengas un buen lunes!

P.D. La Tierra, «nuestra Tierra veloz» se mueve alrededor del sol a 30 km por segundo. Más poesía 😉