Vivir una vida plena pasa por disfrutar de las cosas sencillas del día a día.

También por cuidarse y comer bien.

Pero eso implica: pensar, hacer listas, comprar, congelar o guardar, volver a pensar, no olvidarte de sacar para descongelar, y cocinar. Con lo que la cena no siempre acaba convirtiéndose en «una de las cosas sencillas del día a día».

Porque cuando te saltas uno de esos pasos, la lías.

Entonces, llegan las nueve de la noche y te encuentras mirando la nevera, la despensa y tus listas, con aire de súplica, como quien espera una revelación.

A veces se obra el milagro y en media hora consigues preparar una cena sana y en apariencia deliciosa. Aun así, no te lo acabas de creer, y llevas la fuente a la mesa pensando: «Espero que esté bien».

Si la fuente acaba limpia y tu marido te dice: «Podríamos hacerlo cuando venga gente a casa», como si a tu casa viniese gente todos los días, quiere decir que contra todo pronóstico, has conseguido tu objetivo. 

Pues eso, más o menos, es lo que me pasó el otro día con esta receta, que está riquísima y es ideal para compartir en una noche de verano tan calurosa como estas.

Ceviche de langostinos con aguacate

Necesitas:

  • langostinos cocidos pelados y cortados a trocitos
  • tomate fresco, aguacate y mango, todo cortado en taquitos
  • cebolla morada picada pequeñita
  • un poco de cilantro (si no tienes, también sirve perejil)
  • sal, pimienta
  • zumo de lima
  • bastante cariño

Lo pones todo en un bol, lo mezclas bien y, si lo haces con más tiempo que yo, lo reservas en la nevera hasta el momento de servir.

Que tengas un fantástico fin de semana.